lunes, 26 de marzo de 2007

La redomesticación de las palabras



"¿Cuál sería la primera palabra que diría el ser humano?"

Como si no tuviera otra cosa en la que pensar, de repente se me vino esta pregunta a la cabeza.

Pobrecito Ángel. Menos mal que ya está acostumbrado a estas preguntas que de vez en cuando me planteo. No nos encontrábamos haciendo nada especial. De hecho, estábamos en la calle (no recuerdo bien el lugar, aunque creo que fue en el metro) cuando de repente tiene que escuchar esta pregunta.

"¿Cuál sería la primera palabra que diría el ser humano?"

"Bueno, no fue una palabra tal cual. Ya el humano, por aquellos lejanísimos tiempos, lo primero que hizo fue imitar los ruidos que escuchaba a su alrededor. Por ejemplo, el canto de los pájaros. Era una comunicación muy simple. Nombraba a las cosas, si se puede decir de alguna manera, por el ruido que emitía."


"Y así comenzó algo que ahora es tan complejo"


"Sí. Todo lo complejo empieza siempre por algo simple. Si un día a aquellos humanos no les hubiera dado por imitar lo que escuchaban, hoy no podríamos hablar. O, muy seguramente, estaríamos en otra etapa.


"Y mira hoy cómo ha evolucionado el lenguaje y la ocmunicación. Una comunicación que a veces es nula"


"¿Sabes la historia de Babel?" me preguntó él. Muchas veces me pregunta cosas que, supuestamente debería de saber, y que no sé. O bien las sé y no las recuerdo. Mi respuesta fue no, obviamente. "En resumidas cuentas, antes, según se cuenta, en todo el mundo se hablaba la misma lengua. Un día, hubo un hombre que propuso hacer una torre para así llegar hasta el mismísimo Dios. Un grupo de gente se pusieron de acuerdo para elaborar esa torre. Sin embargo, fue tal el cabreo que Dios cogió, por querer desafiarle, que les castigó a cada uno de ellos con un idioma diferente. Así, no existiría la comunicación y no llegarían a acuerdos para terminar la torre. Como era de esperar, el caos comenzó a reinar entre ellos, ya que no lograron entenderse. La torre, no llegó a acabarse."


Me quedé callado. Nos quedamos callados. Efectivamente nunca había escuchado esa historia y me había parecedio muy interesante. La torre de Babel.


"Ojalá se hablara el mismo idioma en todo el mundo. No habría problemas de comunicación."


"¿Estás seguro de lo que dices?" me preguntó él.


Entonces, de nuevo me quedé en silencio. Pensando.


Si todos hablaramos el mismo idioma, ¿habría problemas de comunicación? La respuesta, lamentablemente, es sí. ¿Cómo va a reinar una excelente comunicación en el mundo entero, si no la hay entre dos simples vecinos? Por desgracia, tenemos la mejor comunicación que existe, y sin embargo, en muchas ocasiones, dos pajaritos se comunican mejor que nosotros.


Desgraciadamente no cuidamos las formas en las que hablamos. Nos da igual si la persona se siente ofendida con nuestras palabras, si les ha dolido algo que hemos dicho. Nos da igual insultar, pelear, criticar...nos da igual. Estamos en la era del "todo vale".


Tenemos frecuentes dispustas con la gente de nuestro alrededor por falta de comunicación. Por no entendernos bien. Por no escucharnos.


Por ello, creo que tenemos que redomesticar las palabras. Evitemos provocar malas caras con nuestras respuestas. Hablemos siempre con calma, con respeto. Tenemos que escuchar y ser escuchados. Eliminar aquellas palabras que sabemos que harán daño.


Son demasiadas las cosas que nos hacen quitar la sonrisa. Intentemos, por lo menos, hacernos felices entre nosotros mismos.


Quizás llegue un día en que ese dios que una vez castigó a aquellos hombres que querían llegar a él, para así desafiarle, nos castigue a nosotros también. Quizás, como castigo, nos deje mudos a todos. Quizás, nos quite el don del habla. Quizás, nos envíe de nuevo a aquella época, donde todavía no se conocía el habla, y, con la inocencia del que no sabe, volvamos a aprender de nuevo, gracias al canto de unos pájaros.

8 comentarios:

pequeñamemole dijo...

Por suerte, la comunicación es algo mucho más extenso que el lenguaje. Somos capaces de comunicarnos sin tener que hablar y somos capaces de incomunicarnos hablando...
Muy buena disertación, cada vez me gusta más HISTORIAS DEL TOCADOR.
Un besito muy grande para los dos y espero veros pronto.

Anónimo dijo...

Al menos nos queda el alivio de saber que, en esta Babel de incomunicación que es la Tierra, siempre existe la esperanza de encontrar a alguien que aprovecha el silencio para transmitirnos, con una sola mirada o un gesto, lo que sería imposible decir en horas de conversación. Simplemente hay que hacer por encontrarla.

Anónimo dijo...

QUÉ FÁCIL SERÍA TODO SI NOS ENTRENÁRAMOS EN SABER INTERPRETAR LOS SILENCIOS DE LOS DEMÁS..

Un lector asiduo de tu blog

Anónimo dijo...

Vaya es muy interesante este dialogo que tuvisteis, asi como la reflexion, pues que decir, quizas el castigo nos vendria bien, ciertamente tenemos la suerte de tener una herramienta tan buena para la comunicacion como el lenguaje que es extrano que no nos comuniquemos correctamente, y que a veces se usen para fines maliciosos. Asi que voto por ese castigo por una temporadita, pienso yo que seria interesantisimo lo de comunicarnos solo con miradas y gestos.

Anónimo dijo...

Pues ahora mismo estoy sin palabras...así que interpretar mi silencio...:)

JoseaGuti dijo...

Muy xulo el post. No sabía que escribieras tan bien.
Seguiré leyendo tu blog.
Un besico ;)

Anónimo dijo...

El peor castigo no fue que les hiciera hablar lenguas diferentes... sino que les hizo depender de los traductores!!!

Jiajiajiajia ;-)

(Risa maléfica de un traductor redescubierto en BCN)

Muchos besos, Nenes! Y disfrutad del kit...!

Abejita dijo...

Ufff...la mejor comunicacion la que no usa palabras. La incomunicacion existe siempre, da igual si existe el lenguaje o no....Me está costando un trabajo dejar el comentario..:S..
Gracias por el comentario en el blog...Besitos pa los 2 niños más guapos de Praga..:D..
Nos leemos